Estas zapatillas, te repesentan de una forma que pocos podrían comprender... incluso yo misma aún no comprendo del todo porqué las veo y simplemente te veo en su reflejo y me causan tanta emoción. En ocasiones es extraño expresar un amor como este, que tiene más bajas que altas, pero que en realidad no hacen falta demasiadas altas para darse cuenta de lo mucho que significa un amor así, sin tí y sin tu amor simplemente las cosas no serían tan buenas en mi vida.
Sé que muchas veces me he quejado y no he sido tan agradecida por lo que haces día con día, pero después de perder a mi padre y todo lo que esto ha traído a nuestras vidas, no hay día que me duerma y despierte sin pensar en que sería de mi vida, si tú un día te marcharas.
No me gustaría perderme los mejores y más importantes momentos de mi vida y no tener con quien voltear y decirle: ¡lo logré mamá! y me respondiera con esa sonrisa amable que te caracteriza: Te lo dije, hija... ¡tú puedes eso y más!
Si pudiese escoger alguna flor para describirte, sin duda serías el sol de una margarita, la elegancia de un alcatraz o la finura de un tulipán, sin embargo... no hay flor de loto que brille tal alto como tú en los pantanos, has sido tan fuerte ante las adversidades que no puedo comprender de donde proviene y como contiene tanta fortaleza ese cuerpo tan esbelto y elegante. Cada amanecer es una promesa que se cumple cuando despierto y estás en mi vida todavía.
Por un momento me asusté y pensé,¿pero qué le escribo? ¿cómo le voy a dar las gracias por cada dia de mi vida?...y es que a veces no soy tan buena expresando lo que siento como crees que lo soy, es absurdo que en momentos como estos no tenga palabras congruentes y me cueste ordenar las pocas palabras de lucidez que vienen en segundos en algunos parrafos, pero... tal vez se deba a que no existen palabras cuerdas para describir cuanto necesito que estés aquí todavía, como cuando tenía meses de nacer y me sostenías entre tus brazos. Pero algo tenía que decirte al menos... solo un te quiero y pienso en ti todos los días no era suficiente... debo decirte que te agradezco la vida entera y el amor incondicional a pesar de no entender mis desiciones o mi forma necia de ser y de pensar, que me sigas amando aún con mis defectos más terribles, eso es, lo que yo llamo amor, un amor verdadero.
Guardaré estas zapatillas hasta el día que Dios me recoja, te amo mamá.
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